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Diabetes en el Embarazo

sintomas de diabetes
diabetes y embarazo
TRATAMIENTO Y CONTROL
METAS NO GLICEMICAS
MEDIDAS TERAPEUTICAS

La Diabetes Mellitus es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce”. Existen tres tipos de diabetes, en función del momento de aparición: Diabetes tipo 1, de aparición en la infancia o adolescencia; Diabetes gestacional, que aparece durante el embarazo y es diagnosticada entre las semanas 24 y 28 y desaparece con el parto y Diabetes tipo 2, que cursa durante la edad adulta.

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En la actualidad, la diabetes se ha convertido en un problema de salud mundial, además, su prevalencia va en aumento, tanto en la población general como en las mujeres embarazadas.

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Las mujeres embarazadas con diabetes mellitus (DM) pueden dividirse en 2 grandes grupos: uno de ellos estaría constituido por las que tienen la enfermedad desde antes del embarazo (diabetes mellitus pregestacional [DPG]), que representa alrededor del 10 % del total; y el otro, por aquellas en las que esta aparece durante el estado de gestación (diabetes mellitus gestacional [DMG]).

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Se ha estimado que algo menos que el 10 % de las mujeres con una DMG, presentan marcadores inmunológicos de DM autoinmune o una diabetes monogénica, respectivamente. El resto estaría representado por integrantes del grupo en el cual existen diferentes grados de resistencia a la insulina y disfunción de las células β pancreáticas.

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 La enfermedad aparece en el primer trimestre gestacional con manifestaciones clínicas como, poliuria, polidipsia y pérdida de peso, y cifras elevadas de glucemia en ayunas; además, la hiperglucemia persiste después de finalizado el embarazo, o reaparece al poco tiempo después.

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En el caso del hijo de madre diabética (HMD), el aborto precoz y las malformaciones congénitas aparecen, sobre todo, en las mujeres con una DPG, mientras que la macrosomía y las complicaciones que se asocian con su presencia, pueden presentarse tanto en el hijo de madre con DPG como con DMG. Esta patología puede tener efectos negativos en el desarrollo neurológico del niño, pudiendo afectar a su capacidad intelectual, aumentando así las alteraciones cognitivas.

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Lo que sí puede asegurarse con absoluta certeza es que el embarazo complicado con diabetes es de alto riesgo obstétrico, por la probabilidad que existe de que se presenten complicaciones, tanto en la madre como en el producto, las cuales, al ocurrir, ensombrecerían, en general, el pronóstico de la gestación. Es por ello que no se pone en duda la necesidad de que la mujer con DM reciba durante el embarazo una atención especial, tanto obstétrica como metabólica, incluido además el período de atención preconcepcional.

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Varios estudios han demostrado que las tasas de malformaciones congénitas y mortalidad perinatal, en los hijos de mujeres diabéticas siguen siendo muy altas, en comparación con las mujeres sin diabetes. Estas afectaciones se producen de manera similar, tanto en la diabetes tipo 1 como en la diabetes tipo 2, lo cual parece indicar que son más dependientes del nivel de glucemia y el control de la enfermedad que tiene la madre durante el embarazo, que del tipo de diabetes que padece. Así mismo, se observa un aumento de la incidencia de alteraciones en el neurodesarrollo del niño, tales como discapacidad intelectual, trastornos de hiperactividad, autismo y esquizofrenia.

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La glucosa atraviesa la barrera placentaria para satisfacer las necesidades energéticas del bebé, hecho que se produce con exceso en las mujeres diabéticas, especialmente en aquellas con valores glucémicos mal controlados. Esta situación la compensa el feto activando una hiperinsulinemia, lo que acarrea alteraciones metabólicas que influirán en el futuro control de la ingesta de alimentos y el peso corporal. A su vez, este exceso en la producción de insulina conlleva episodios periódicos de hipoglucemia fetal, que pueden suponer un daño irreversible para el cerebro.

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Se califica como DG a la mujer que tiene glicemias de ayuno entre 100 y 125mg/dl en forma repetida en el primer trimestre y aquellas que siendo normales en el primer control, presentan entre la semana 24-28 una glicemia basal >100mg/dl y/o >140mg/dl a las 2hr de una carga de 75g de glucosa oral (PTGO); finalmente si entre la semana 30-33 se comprueban los valores señalados, al repetir la PTG por aparición de alteraciones sugerentes de DG, como macrosomía fetal, polihidroamnios o incremento excesivo de peso.

El tratamiento de la DPG se inicia con la programación del embarazo. La confirmación de un embarazo no programado en una mujer diabética y el diagnóstico de diabetes mellitus en el primer control de una gestante. El tratamiento de la DG debe considerar la detección oportuna del trastorno y una red de atención eficiente. Una premisa que se aplica a ambas situaciones, es que los tiempos son cruciales y que toda hiperglicemia durante el embarazo debe ser abordada como una urgencia

Ganancia de peso: Es la recomendada para todas las embarazadas y un punto crucial en el embarazo con diabetes. Es variable de acuerdo con el estado nutricional inicial.

Los pilares del tratamiento son: Alimentación regulada, Actividad física, Monitoreo glicémico, Insulinoterapia, Control Obstétrico de alto riesgo.

Todo lo anterior sólo es exitoso si se cuenta con un equipo multidisciplinario constituido y un programa de educación garantizado.

Rev Cubana Endocrinol vol.26 no.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 2015

Nutr Hosp. 2015;32(6):2484-2495

REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(2) 257-265

Prevención, Detección y Tratamiento oportuno de las complicaciones obstétricas asociadas:

pre-eclampsia y eclampsia, parto prematuro, infecciones urinarias, macrosomía fetal, restricción del crecimiento intrauterino. Se aplica tanto a Diabetes PreGestacional como Diabetes Gestacional.

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En Diabetes PreGestacional, el seguimiento y control de las complicaciones crónicas de la diabetes asi como el tratamiento de ellas cuando es necesario.

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Manejo óptimo del parto, adecuado a las condiciones obstétricas y médicas de la paciente.

 

Control y seguimiento a corto, mediano y largo plazo, individualizado.

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